domingo, mayo 11, 2008

EL GRITO DE LA TIERRA


EL GRITO DE LA TIERRA. Primeros párrafos
Cuando sólo tenía catorce años escuché por primera vez en mi vida una canción que me marcó para siempre. Se trataba de “Alfonsina y el mar” cantada por la inmensa artista argentina Mercedes Sosa. Hice una excursión con el colegio que duró cuatro o cinco días, y la primera mañana fuimos despertados de nuestros sueños con aquella canción, que sonó en un tocadiscos portátil puesto sobre una banqueta en el pasillo al que daban todas las habitaciones. Aquella excursiones eran una ocasión para salir de casa y dormir lejos de tus padres.
He oído que Mercedes Sosa ya no puede cantar. Aún conserva su lucidez y su voz tiene la potencia y profundidad que conocemos los que la seguimos desde hace años, pero ahora ya no puede cantar. El problema es que una depresión, la enfermedad de nuestro tiempo que la ha postrado en la cama, con lo que se hace imposible el movilizarla hasta un escenario para que cante. La diosa está ahora en la cama descansando.
En mi habitación de aquella excursión había poco mobiliario. Una cama una mesilla y un armario. Ni tan siquiera había cuadros colgados en la pared, en la que, eso si, había un crucifijo. Todo invitaba a la introspección y al silencio. La primera noche me costó mucho dormirme y me dediqué a observar los escasos muebles. La cama con su somier de muelles aportó poca información, el armario estaba vacío y simplemente olía a madera. Pero la mesilla de noche escondía un tesoro de un incalculable valor. No hubo más que sacar el cajón y darle la vuelta. Allí me encontré, anotado en la madera, el teléfono de una chica. Se llamaba María José. Un número de teléfono y un nombre. No había más datos.
Mercedes Sosa es una mujer cercana y siempre les dice a los periodistas que lamenta mucho no poder actuar, ya que eso es su vida y lo ha sido siempre desde que era muy joven. Ella pone la excusa de la artrosis y la obesidad, que también la afectan mucho. Su primer disco se llamó “Canciones con fundamento” y se publicó a mediados de los años sesenta. Poco después de haber grabado dos discos, comenzó a viajar por todo el mundo, transmitiendo su mensaje y se hizo muy famosa. Por entonces las letras de sus canciones habían comenzado a resultar inconvenientes para las autoridades militares que gobernaban la Argentina, y su censura en las radios oficiales fue muy común. En medio de aquella fea violencia, Mercedes Sosa seguía cantándol e a la vida. Pero el hostigamiento fue insoportable. Por eso, después de ser detenida durante un concierto en la ciudad de la Plata junto a 350 espectadores, decidió exiliarse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cual seria la definición de la persona que necesita un grupo a su alrededor para actuar? No me refiero a un gregario que trabaje dentro de un grupo para un lider, ni a un afiliado. Es mas aquella persona para la que la ausencia del grupo significa una paralisis decisional

Gracias

Anónimo dijo...

Respondo al autor del comentario sobre el asunto del grupo. No entiendo el sentido exacto de la pregunta. Me gustaría que me matizara algo más la pregunta, por si soy capaz de responder, cosa que haré encantado.
Muchas gracias.
Francisco Legaz